28 de Marzo, 2024
Radio Mercosur
América

Civiles armados o parapolicías de Ortega, se encuentran ejecutando asaltos

Especialistas en tema de seguridad creen que el régimen de Daniel Ortega está perdiendo el control de los parapolicías, que operan en la impunidad

Responsive image

 El general en retiro Hugo Torres dijo que estos son síntomas “muy graves de la pérdida de la seguridad ciudadana y son presagios de que se está incubando una situación más grave para el futuro si no se le pone freno”.

 
Varias cámaras empresariales expresaron esta semana su temor de que el esquema de asalto de contenedores en las carreteras del Triángulo Norte (El Salvador, Guatemala y Honduras) esté trasladándose a Nicaragua, lo que tendría un efecto demoledor en la competitividad de las exportaciones y el comercio general local.
 
Algunos de los presidentes de gremios empresariales no descartaron que el extraño robo esté relacionado con la crisis económica y política, aunque en concreto no lo vincularon con el actuar de los parapolicías.
 
 
El general en retiro Hugo Torres, especialista en materia de seguridad, considera que el régimen de Daniel Ortega “nutrió” las fuerzas parapoliciales con la represión y como resultado hoy se ve deteriorada la seguridad en Nicaragua.
 
 
 
Turbas sandinistas armados y con una bandera sandinista recorren las calles de León. Esta foto fue presentada en la entrevista a Ortega con CNN en Español. 
 
Fuente: LA PRENSA/Nicaragua / EDDY LÓPEZ
  
 
Creció la inseguridad en Nicaragua
 
Analistas en seguridad alertaron ayer de que posiblemente detrás del robo de un contenedor de quesillos en Malpaisillo, León, estén parapolicías, civiles que fueron armados por el régimen de Daniel Ortega y que ahora estarían saliéndose del control de la dictadura y que estarían comenzado a actuar como delincuentes comunes, gozando de impunidad.
 
“Lo más probable es que se trate de paramilitares que han trasladado sus actuaciones del ámbito estrictamente político hacia el de la delincuencia común. Algo que usualmente ocurre en este tipo de situaciones porque actúan con impunidad. No es extraño que utilicen métodos similares a los de las maras, pero no son maras”, expresó la socióloga y especialista en temas de seguridad, Elvira Cuadra.
 
 
El caso del robo de este contenedor se dio a conocer esta semana, aunque ocurrió el 13 de diciembre, cuando un grupo de armados en la zona de Malpaisillo, detuvo el furgón desconectó el cabezal y trasladó a otra rastra el contenedor, denunció la Cámara Nicaragüense del Sector Lácteo (Canislac).
 
“Han aparecido una gran cantidad de nuevos delincuentes, precisamente como resultado del reclutamiento de jóvenes en riesgo que hizo el orteguismo, desde el momento de la represión para nutrir las fuerzas paramilitares, no me extrañaría que este tipo de robos esté siendo realizado por paramilitares, porque llega un momento que estos grupos se salen del control de sus mandos y comienzan actuar por su cuenta, porque saben que tienen impunidad, tienen un margen de acción enorme, porque saben que si los agarran simplemente se identifican como paramilitares y confían que eso es suficiente para que no los enjuicien y no caigan en la cárcel”, dijo Torres.
 
Policía Orteguista hace de la vista gorda
 
Los armados se llevaron la documentación de exportación y se teme que hayan buscado salida del país a través de rutas alternas. Y aunque la denuncia fue interpuesta ante la Policía, casi un mes después las autoridades policiales y aduaneras no han dado una respuesta. El contenedor era propiedad de una cooperativa, que asocia a unas 600 familias.
 
“La policía tiene una gran responsabilidad, porque prefiere hacerse de la vista gorda con este tipo de situaciones. Tiene capacidad de controlarlos, pero falta voluntad para hacerlo. Esa es la razón por la cual la efectividad de sus investigaciones para resolver este tipo de casos ha disminuido significativamente”, dijo Cuadra.
 
La seguridad se ha ido deteriorando
 
Cuadra señaló que esto evidencia cómo se ha deteriorado el nivel de inseguridad en Nicaragua, después de ser uno de los países más seguro de Centroamérica.
“El caso hace parte de un contexto y condiciones específicas de seguridad en Nicaragua. Desde antes de abril de 2018 este escenario venía cambiando, pero se aceleró a partir de esa fecha por los niveles de violencia política empleados por el gobierno para sofocar las protestas. Este caso no se puede considerar como esporádico, porque en este tipo de contextos convergen diferentes factores, uno de los más importantes es la existencia y actuación de los grupos paramilitares, así como el uso de las armas de fuego, especialmente armas de alto calibre”, dijo Cuadra.
 
 
En esa línea  Torres dijo que estos son síntomas “muy graves de la pérdida de la seguridad ciudadana y son presagios de que se está incubando una situación más grave para el futuro si no se le pone freno”.
 
Afecta el clima de inversión
 
El economista Luis Murillo manifestó que el deterioro de la seguridad afecta fuertemente la economía nicaragüense.
 
“El tema de la seguridad se ha deteriorado bastante porque hay mucha gente armada por el contexto, a esto se suma los altos niveles de desempleo y el bajo nivel de educación, lo que afecta la seguridad, uno de los elementos que le generó un crecimiento económico por más diez años, antes Nicaragua era vista por dos elementos fundamentales, la seguridad ciudadana y los bajos costos salariales”, dijo Murillo.
 
Alianza entre Irán y Daniel Ortega «ponen a Nicaragua en una situación muy delicada» por conflicto con Estados Unidos.
 
El régimen además apoyó la postura de Irán, catalogando como “terrorismo internacional” la muerte de Soleimani.
 
 
 
 
Fuente - Mabel Calero - La Prensa
09/01/2020 11:00 PM