28 de Marzo, 2024
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UN FALLO DE LA CORTE INTERNACIONAL FAVORECE A ARGENTINA

El fallo de la Corte reivindicó los derechos del archipiélago de las Islas Mauricio en su reclamo territorial, permite a la Argentina dar más peso a la reivindicación de el lejano país sobre las Islas Malvinas.

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 LA HAYA - Una opinión consultiva no vinculante de la Corte Internacional de Justicia dio la razón a las Islas Mauricio en su reclamo territorial sobre un archipiélago bajo administración británica. Tal decisión sobre un territorio tan lejano a Argentina —y donde hay una base de EEUU— podría dar más peso a la reivindicación de Buenos Aires sobre las Malvinas.

 
Desde Malvinas hasta la isla Diego García, en medio del océano Índico, hay casi 12.000 kilómetros de distancia. Pero aún desde la lejanía geográfica, entre ambos territorios hay un punto en común: los dos son objeto de reclamos internacionales dirigidos al Reino Unido, llevados adelante por naciones soberanas.
 
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En el caso de Malvinas, es Argentina, que incluso derramó sangre para intentar recuperar el control de su territorio, invadido por los británicos en 1833. Diego García, en cambio, forma parte del archipiélago de las Chagos, considerado por Mauricio como parte de su jurisdicción. Londres sostiene que integra de los Territorios Británicos de Ultramar en el Océano Índico (BIOT, por sus siglas en inglés).
 
¿Qué importancia tiene este conjunto de pequeñas islas en un punto recóndito entre África y Oceanía? Al parecer, no poca: en Diego García —la única habitada de las Chagos, un atolón— existe una base militar angloestadounidense. Su ubicación facilita el acceso rápido al este de África, al subcontinente indio, a Medio Oriente y al sudeste asiático en caso de acciones militares.
 
Hoy en día, la abrumadora mayoría de la población de Diego García está compuesta de militares o de contratistas que les proveen servicios. No hay habitantes originales por una deliberada acción emprendida por los británicos entre 1967 y 1973, cuando desplazaron a los pobladores de las islas hacia Mauricio y las Seychelles, con el objetivo de concretar el proyecto militar que permitiría a ambas potencias mantener el control del Índico.
 
Dentro de esta sociedad entre el Reino Unido y EEUU, la mayor tajada la tiene el segundo socio: a pesar de que Londres tiene acceso irrestricto a la base aérea y a los puertos militares de la isla, dichas instalaciones están arrendadas por el Pentágono al menos hasta 2036.
 
 
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De hecho, hay al menos 1.700 efectivos estadounidenses, contra unas pocas decenas de británicos apostados allí. El resto de los casi 4.000 habitantes son civiles, vinculados a las actividades militares de las islas. A cambio de esta cooperación, las fuerzas británicas ganaron armamento y beneficios en la financiación de costosos programas.
 
Desde la base estadounidense llamada "Camp Justice" (Campo Justicia) se iniciaron operaciones en Medio Oriente. Y según se pudo saber a partir de investigaciones de la Comisión de Inteligencia del Senado de EEUU, en el territorio británico se realizaron torturas e interrogatorios apartados del derecho internacional durante estas avanzadas.
 
El inicio de todo
 
El inicio de esta disputa entre Mauricio y el Reino Unido tiene origen precisamente en la irregularidad del proceso de descolonización y su relación con las actividades militares. La nación insular del Índico declaró su independencia de Londres en 1968, tras siglos de dominación británica, francesa y holandesa.
 
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Durante el dominio británico la dependencia colonial incluía a las Chagos. Pero al momento de la emancipación se dio la remoción forzosa de las poblaciones y la división arbitraria, con el fin de crear la base militar angloestadounidense en el Índico. Para eso, el Reino Unido pagó 3 millones de libras de aquel entonces. Luego, realizó otros pagos en 1977 y 1982.
 
Pero la joven nación independiente mantuvo su reclamo sobre el estratégico territorio. 
 
Entre otras cuestiones, por el férreo control de quien puede entrar y salir de las Chagos. Los pueblos originarios de estas islas, que a menudo encontraron un destino de pobreza y opresión en sus sociedades de acogida, no tienen siquiera la opción de volver, ni tuvieron la chance de manifestarse a favor o en contra de la utilización de sus tierras.
 
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En 2017, Mauricio acudió a la Corte Internacional de Justicia para pedir una opinión consultiva, a instancias de la Asamblea General de Naciones Unidas. A pesar de no ser vinculante, una decisión de este tribunal hacia uno u otro lado es un elemento contundente que puede marcar la derivación del reclamo.
 
 
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Y en este caso, no ganó el más poderoso: el órgano dio la razón a Mauricio, por 13 votos contra uno, en que "el proceso de descolonización no fue completado de manera legal cuando el país accedió a la independencia en 1968, tras la separación del archipiélago de las Chagos".
 
El mismo margen de votos opinó que "el Reino Unido tiene la obligación de poner un fin a su administración del archipiélago de las Chagos lo antes posible", y que todos los países miembros de la ONU "tienen obligación de cooperar" para completar la descolonización de Mauricio.
 
La reacción de Londres ha sido resaltar el carácter de opinión consultiva de la decisión tomada por la Corte, que no es una sentencia. "Por supuesto, la miraremos en detalle. Las instalaciones de defensa en el BIOT ayudan a proteger a las personas en Gran Bretaña y en todo el mundo de amenazas terroristas, crimen organizado y piratería",dijo al periódico The Guardian un portavoz de la Oficina de Exteriores y la Mancomunidad Británica, la cancillería del Reino Unido.
 
 
¿Y Argentina?
 
Esta decisión es música para los oídos de Buenos Aires, que ha contado innumerables veces con el apoyo del Comité de Descolonización de la ONU en su reclamo territorial sobre las islas Malvinas y que ha plasmado en su Constitución de manera indeleble su reivindicación en la soberanía del archipiélago del Atlántico sur.
 
No es de extrañar que haya patrocinado el pedido de Mauricio en 2017, y que haya tomado un rol activo en las audiencias, a través de sus misiones diplomáticas.
 
Así como Diego García, las islas australes son un territorio estratégico en el control de esa zona del mundo, además de que cuentan con cuantiosos recursos pesqueros y energéticos, debido a la presencia de hidrocarburos.
 
La Cancillería argentina emitió un comunicado en el que indica que la opinión consultiva sobre Mauricio "tiene relevancia para la Cuestión de las Islas Malvinas, por tratarse de una situación de desmembramiento territorial" y por "referirse a principios fundamentales" en el reclamo sobre este territorio.
 
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La cartera de asuntos exteriores subrayó que la opinión de la CIJ "descartó que se puedan realizar referendos sin intervención de la Asamblea General, valorando el rol de dicho órgano así como el del Comité de Descolonización, que da seguimiento" a la causa que  impulsa Argentina.
 
 
MUY PRESENTE
 
Por eso, a entender de Buenos Aires, "corresponde a la Asamblea pronunciarse y supervisar las modalidades de descolonización de un territorio", en referencia al argumento británico sobre el referéndum llevado adelante por la administración británica, que considera a las Malvinas un territorio de ultramar.
 
Según ha expresado en varios momentos Argentina y como se puede leer en la argumentación disponible en los sitios web de sus embajadas y consulados alrededor del mundo, ya desde la colonia española, el Reino Unido llevó a cabo una estrategia de ocupación de las islas. En 1766, el Reino Unido construyó un fuerte. Los españoles lo desocuparon, y en 1771 el Reino Unido reconoció la soberanía de la entonces potencia rival sobre el territorio insular.
 
En el medio vino la independencia de Argentina (1810-1816) y ya como nación por sí misma, Argentina tomó el dominio de las antiguas tierras coloniales como sujeto de derecho internacional y Estado soberano. En ese sentido, realizó actos de soberanía en las islas, nunca contestados por Gran Bretaña.
 
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Hasta 1833, año en el que tropas británicas invadieron las islas y expulsaron a las autoridades argentinas en el archipiélago, encabezadas por Luis Vernet, comandante político designado por Buenos Aires. Así, Londres rompió una ambigüedad y un silencio que mantuvo durante casi medio siglo, al tomar posesión del territorio de la nación incipiente.
 
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Argentina —apoyada por el Comité de Descolonización— considera que el principio de autodeterminación no corresponde a los isleños, pues considera que estos no son un pueblo "entendido como comunidad humana originaria de un lugar, sometida a la dominación de una potencia colonial". 
 
En cambio, en repetidas instancias, ha subrayado que "son descendientes de una población trasplantada por el mismo Reino Unido a las islas":
Por eso, ahora la Cancillería argentina en su comunicado resalta que la opinión de la Corte pone en relevancia "el principio de integridad territorial como corolario de la libre determinación", e incide que "la libre determinación no es aplicable en los casos de poblaciones que no constituyen 'pueblos' titulares de ese derecho".
 
Diego García y las Malvinas son apenas dos ejemplos de las prácticas coloniales del Reino Unido, que tiene la mayor cantidad de territorios coloniales que se mantienen en el mundo. Según el Comité de Descolonización de este organismo, de los 17 territorios no autónomos que subsisten, 10 están bajo control de Londres.
 
La vieja práctica imperial de ocupar un territorio, expulsar a sus habitantes originarios y reemplazarlos por una población importada, para desde ese lugar cumplir fines estratégicos, como el control del océano Índico, del Atlántico Sur o del Mediterráneo, con Gibraltar.
 
 
 
Fuente: SPUTNIK
26-02-2019
 
 
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¿Nueva guerra? Las tensiones se acumulan en el océano Índico
 
EEUU, la India, Australia y Japón han formado una alianza en el océano Índico contra China, escribe el periodista Bertil Lintner en su artículo para The National Interest.
 
Mientras las tensiones en este océano no son tan agudas como las que se sienten actualmente en el mar de China Meridional, la posibilidad de que al fin y al cabo se produzca un conflicto sigue presente. 
 
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Lintner resalta que el océano Índico representa "un teatro estratégico en el que las apuestas son bastante altas". 
 
Resulta que más del 60% de los suministros mundiales de petróleo y aproximadamente el 70% del tráfico de contenedores de las naciones industrializadas de Asia y las del resto del mundo pasan a través de este océano. Todos los indicadores apuntan a que el comercio en dicha región del mundo crece rápidamente. 
 
Por primera vez en la historia, China está tratando de incrementar su influencia en dicha zona para proteger sus rutas comerciales y suministros. Este aumento podría acabar en una colisión de intereses con EEUU y sus aliados regionales.
 
Para luchar contra la piratería, el país asiático estableció su primera base militar en la ciudad yibutiana de Obock que da al mar Rojo y al canal de Suez. Es remarcable que esta instalación también está cerca de la base estadounidense situada en la isla Diego Garcia en el océano Índico.
 
Banderas de China y EEUU
 
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Por su parte, la India es el principal rival de China en la región.
 
"Se sabe que Nueva Delhi está muy preocupada por el crecimiento de las incursiones chinas en la región, especialmente cuando los agentes de seguridad observaron la actividad submarina que China realizó cerca de sus islas Andamán y Nicobar". 
 
Australia, que controla las islas Cocos y la de Navidad, parece estar igualmente preocupada por la reciente aparición de China en el océano Índico, por lo que sus facilidades de inteligencia monitorean todos los movimientos que se realizan en la zona.
 
Además, el arranque de la Nueva Ruta de la Seda es otro hecho más que indica que China está tratando de convertirse en una potencia global. 
 
"Mientras que la situación aún está muy lejos de una confrontación, la iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda, así como el establecimiento de la base en Obock, en Yibuti, están amenazando con interrumpir la calma en el océano Índico", concluye Lintner.
 
 
Fuente: SPUTNIK
26-02-2019
 
 
La razón por la cual China podría ganar en una hipotética guerra contra EEUU
 
A medida que crecen las capacidades militares chinas y se hacen más profundas las discrepancias entre Pekín y Washington, surgen nuevas ideas de cómo se desarrollaría un conflicto armado entre dos de los gigantes mundiales. El experto ruso Vasili Kashin planteó las posibilidades en sus comentarios para Sputnik.
 
En la situación actual, muchos suelen comparar el posible enfrentamiento entre China y EEUU con la guerra de Japón contra Estados Unidos durante la II Guerra Mundial. El entrevistado señala que las comparaciones históricas no son adecuadas en dicho caso, porque es difícil equiparar la China de hoy y el Japón de los años 40.
 
 
El mayor temor de EEUU respecto a Rusia y China
 
Sin embargo, hay cosas que las dos situaciones tienen en común. En particular, el país que se opone a Estados Unidos está rezagado en su potencial militar, pero puede tener una ventaja considerable en ciertos períodos del conflicto.
 
La mayor esperanza para China, igual que para Japón en los años 40, sería derrotar a las tropas estadounidenses y las de sus aliados en una 'batalla relámpago' en la parte oeste del océano Pacífico antes de que lleguen los refuerzos norteamericanos —desplegados en diferentes partes del mundo— a este teatro operacional.
 
Las fuerzas estadounidenses adicionales, que tardarían mucho en llegar a"campo de batalla" deberían lanzar una ofensiva contra el enemigo que ya se habría atrincherado en los territorios capturados. El miedo de sufrir bajas considerables podría empujar a Washington a aceptar las negociaciones de paz, considera el experto.
 
Además, hay factores que aumentan las posibilidades de China en el posible conflicto. Kashin se refirió al factor de la economía del gigante asiático, que supera a la de Estados Unidos, y añadió que la industria china radicalmente sobrepasa a la norteamericana.
 
 
EEUU inquieta al dragón en la frontera con Rusia
 
El analista recordó que Japón luchaba aislado, ya que casi no tenía ninguna conexión con sus aliados en Europa. China se distingue en este aspecto porque tiene a Rusia como su socio. El país eslavo es uno de los líderes en las exportaciones de casi todos los recursos estratégicos, incluyendo petróleo, gas, combustible nuclear, metales, minerales, alimentos y armas.
 
Kashin expresó que, a diferencia de los lazos entre Moscú y Washington, es poco probable que las relaciones entre China y Rusia empeoren a corto plazo.
 
"Hasta en caso de que Rusia no ingrese en la guerra al lado de China, Pekín podría comprar de Moscú artículos para su economía", enfatizó.
 
El entrevistado observó que la amenaza de la guerra atómica crecería considerablemente, porque en la actualidad Pekín está aumentando su potencial nuclear.
 
De cualquier manera, el desenlace del posible conflicto chino-estadounidense no está predeterminado y no se puede excluir que Pekín gane en él, concluyó.
 
 
Fuente: SPUTNIK
26-02-2019