06 de Noviembre, 2025
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Política

Lula se ofrece como mediador entre EE.UU. y Venezuela

En medio de crecientes tensiones, Lula busca actuar como intermediario para resolver la situación con Venezuela, aunque Trump había dejado claro que no abordaría el asunto

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La propuesta del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, de actuar como mediador entre Estados Unidos y la dictadura de Venezuela ha resonado en el ámbito diplomático en un contexto de creciente tensión militar en el Caribe. Durante una reunión bilateral en Malasia, Lula ofreció su intermediación al presidente estadounidense, Donald Trump, con el objetivo de buscar una salida negociada al conflicto. Este encuentro se produce en un momento delicado, marcado por el despliegue de buques de guerra estadounidenses y un aumento en las operaciones antidrogas en la región.

 
El ministro de Asuntos Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, reveló que Lula enfatizó ante Trump la importancia de preservar la paz en América Latina. El presidente brasileño se mostró dispuesto a actuar como interlocutor con Venezuela, recordando su experiencia previa en este rol. “América Latina es una región de paz”, afirmó Lula, y propuso buscar soluciones que sean mutuamente aceptables para ambos países.
 
La reunión, que duró cerca de 50 minutos, tuvo como eje principal la discusión sobre los aranceles impuestos por Estados Unidos. Sin embargo, la crisis venezolana fue una prioridad para el gobierno brasileño, a pesar de que Trump había declarado previamente que no incluiría este tema en la agenda. Lula y su equipo insistieron en la urgencia de abordar la situación, advirtiendo que una intervención militar estadounidense podría desestabilizar la región y afectar directamente a Brasil.
 
Desde la Casa Blanca, la respuesta a la propuesta de mediación fue distante. Trump, en declaraciones antes del encuentro, minimizó la importancia del tema venezolano en la agenda bilateral, lo que sugiere una falta de interés en el enfoque diplomático que Lula intenta promover.
 
En los últimos días, los funcionarios estadounidenses han intensificado su retórica en torno a la lucha contra el narcotráfico en América Latina. Stephen Miller, subjefe de Gabinete y asesor de Seguridad Nacional, describió a los narcotraficantes como “terroristas” y advirtió sobre la posibilidad de acciones letales en su contra. Aunque evitó ofrecer detalles, reafirmó que el Departamento de Guerra está evaluando estrategias para combatir el narcotráfico y el terrorismo en el hemisferio occidental.
 
Trump también anunció la ampliación de su campaña antidrogas, con operaciones terrestres que no especificó en qué países se llevarían a cabo. Al partir hacia Malasia, el mandatario bromeó sobre la posibilidad de que el Congreso rechazara estas estrategias, cuestionando si preferirían “no detener el flujo de drogas”. Esta retórica sugiere un enfoque agresivo y militarizado hacia la crisis.
 
El despliegue del portaaviones Gerald Ford en el mar Caribe ha sido una manifestación tangible de la escalada militar estadounidense. El Pentágono justificó esta operación como una medida para desmantelar organizaciones criminales transnacionales y contrarrestar el narcoterrorismo. Sean Parnell, portavoz del Pentágono, aseguró que este refuerzo en el área del Comando Sur ampliará la capacidad para detectar y monitorear actividades ilícitas que amenazan la seguridad nacional.
 
Desde la perspectiva del gobierno brasileño, la oferta de mediación de Lula responde a la preocupación por el impacto que una intervención militar podría tener en la estabilidad regional y la seguridad de Brasil. Lula ha criticado las acciones estadounidenses contra embarcaciones en el Caribe y ha abogado por una cooperación internacional basada en el diálogo entre las fuerzas policiales y los ministerios de justicia de los países involucrados.
 
El contexto de esta crisis se remonta a la intensificación de las operaciones militares estadounidenses en el Caribe y el Pacífico oriental, donde se han destruido embarcaciones sospechosas de tráfico de drogas. El Pentágono ha defendido estas acciones como necesarias para proteger la seguridad nacional, pero Lula advierte que la tendencia a intervenir militarmente puede poner en riesgo la soberanía nacional y sentar un precedente peligroso para la región.
 
Redacción con información de Infobae