La Armada de Chile ha intensificado sus esfuerzos de vigilancia en el Estrecho de Magallanes, una de las rutas marítimas más estratégicas del mundo, ante el tránsito regular de embarcaciones pesqueras chinas. Según informó el medio Infodefensa, estas naves suelen operar entre el océano Atlántico y el Pacífico entre abril y julio, en busca de calamares en áreas extractivas. Este año, se estima que el flujo de estas flotas podría alcanzar hasta 150 naves por temporada, con su retorno previsto entre octubre y noviembre. Las embarcaciones transitan bajo la figura de “paso inocente”, conforme al Derecho Internacional Marítimo, lo que implica que no deben realizar actividades económicas, como la pesca, ni detenerse en puertos chilenos.
Para garantizar la seguridad y el cumplimiento de las normativas internacionales, la Armada ha implementado un sistema de control que incluye el uso de tecnología avanzada y la colaboración de diversas instancias. La navegación de estas flotas es monitoreada a través de una red de faros, radioestaciones marítimas y capitanías de puerto, en coordinación con la Oficina de Prácticos y el Departamento de Operaciones de la Gobernación Marítima de Punta Arenas. Desde el inicio de la temporada el 8 de abril, se han registrado 24 naves de la flota pesquera internacional en aguas chilenas. Además, el 22 de abril, un helicóptero Airbus AS365 Dauphin realizó un sobrevuelo para verificar el desplazamiento de estas embarcaciones, complementando así las labores de vigilancia marítima.
El Estrecho de Magallanes no solo es crucial para el comercio marítimo internacional, sino que también alberga un ecosistema de gran relevancia ambiental. La presencia de flotas pesqueras internacionales, especialmente de China, plantea desafíos significativos en términos de regulación y protección de los recursos marinos. En este contexto, la Armada de Chile desempeña un papel fundamental en la preservación de la soberanía nacional y el cumplimiento de las normativas internacionales. A medida que aumenta la actividad marítima en la región, se prevé que las autoridades chilenas continúen fortaleciendo sus capacidades de vigilancia y control, asegurando tanto la protección del medio ambiente como el respeto a la soberanía nacional.
En un contexto regional, la preocupación por la pesca ilegal no se limita a Chile. Un reciente operativo de la Armada Argentina reveló la presencia de 380 embarcaciones extranjeras, la mayoría de ellas de bandera china, en las inmediaciones de la Milla 200, el límite de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) del país. Este operativo, que incluyó el uso de un avión P-3C “Orion” especializado en vigilancia marítima, ha puesto de manifiesto el patrón sospechoso de estas embarcaciones, que en ocasiones han apagado sus sistemas de identificación automática (AIS) para dificultar su seguimiento. La situación ha generado un llamado a la acción en toda América Latina, con Ecuador también comprometiéndose a combatir la pesca ilegal del régimen chino. La cooperación internacional se vuelve esencial para proteger los recursos marinos y mitigar el impacto ambiental de estas actividades.
Redacción