09 de Mayo, 2025
Radio Mercosur
Argentina

Violencia frente al Congreso: Destrucción y caos generados por "barras"

La violencia provocada por grupos de "barras" dejó a 150 detenidos y numerosos heridos, incluido uno en estado grave. Bullrich advirtió sobre un complot para desestabilizar al gobierno

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Una marcha convocada para rechazar el ajuste sobre los jubilados se tornó en un escenario de caos y violencia en las inmediaciones del Congreso de la Nación. La manifestación, que reunió a hinchas de diversos equipos de fútbol, "barrabravas" y agrupaciones de izquierda, se descontroló cuando grupos violentos se enfrentaron con las fuerzas de seguridad, que respondieron con gases lacrimógenos y balas de goma.

 
Incidentes y Detenciones
Los disturbios comenzaron cuando la policía impidió que los manifestantes se reunieran en un punto de encuentro previamente acordado. Esto provocó tensiones entre los protestantes y las fuerzas de seguridad, resultando en enfrentamientos directos. Al menos 150 manifestantes fueron detenidos y se registraron numerosos heridos, entre ellos Beatriz Bianco, una jubilada de 87 años, que sufrió una grave lesión en la cabeza tras caer al suelo después de ser empujada por un efectivo policial. También se reportó que Pablo Nahuel Grillo, un fotógrafo de 24 años, se encontraba en estado crítico tras recibir un impacto de gas en la cabeza.
 
 
En medio del caos, un patrullero fue incendiado y decenas de contenedores de basura fueron volcados y luego quemados. La participación de hinchas de fútbol, que se autoconvocaron tras la reciente movilización de simpatizantes de Chacarita, intensificó la violencia, convirtiendo la protesta en un enfrentamiento más áspero de lo habitual.
 
 
Respuesta del Gobierno
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, estuvo presente durante los incidentes y calificó los eventos como "de una gravedad inigualable". Afirmó que muchos de los manifestantes estaban "preparados para matar" y que la violencia tenía como objetivo desestabilizar al gobierno. Bullrich destacó que la cantidad de efectivos policiales desplegados —más de 1,000— era un reflejo de la seriedad de la situación.
 
La respuesta de las fuerzas de seguridad fue contundente, utilizando balas de goma y gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes, mientras que los camiones hidrantes se sumaron a la represión. La jornada terminó con enfrentamientos en las calles laterales del Congreso, donde algunos manifestantes intentaron hacer resistencia, mientras otros se refugiaban de los gases lacrimógenos.
 
Reacciones y Consecuencias
El clima de tensión provocó reacciones en varios sectores de la sociedad. Grupos de derechos humanos y organizaciones sociales condenaron la violencia y la represión policial, exigiendo una investigación sobre el uso de la fuerza en la manifestación. Se reportaron seis heridos entre las fuerzas de seguridad, lo que añade un elemento más a la polémica sobre la gestión del orden público.
 
El gobierno de la ciudad de Buenos Aires estimó que el costo de los daños materiales asciende a $275 millones, un impacto económico considerable que generará un debate sobre la seguridad y el manejo de las manifestaciones en la capital.
 
En diversos barrios porteños, se escucharon cacerolazos en señal de protesta hacia la represión, lo que sugiere un descontento generalizado con el manejo del gobierno sobre la situación de los jubilados y la violencia en las calles.
 
La jornada dejó una profunda huella en el debate sobre los derechos de los jubilados y el manejo de las protestas en el país, con un saldo de heridos y detenidos que resalta la creciente polarización en la sociedad argentina. La situación plantea interrogantes sobre el futuro de las movilizaciones y la relación entre el gobierno y los sectores más vulnerables, mientras se espera una respuesta oficial sobre las medidas a tomar ante este tipo de situaciones en el futuro.
 
Redacción con información de LN