20 de Abril, 2024
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El Paraná recibirá más agua tras la enorme sequía

El río Paraná recibirá agua de Itaipú que habilitó la apertura de sus compuertas.

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Este lunes, la Central Hidroeléctrica de Itaipú, en Paraguay, abrió sus compuertas en la madrugada, a pedido de la Cancillería Nacional, para contribuir con la reactivación comercial en la hidrovía Paraguay-Paraná, afectada por la situación hidrológica.
 
El vertimiento tendrá un impacto positivo en la economía nacional y regional, pues impulsará las exportaciones de los productos paraguayos. Además, no se verá afectada la generación de energía.
 
El Consejo de Administración autorizó la flexibilización del embalse, con el objetivo de restablecer la nevagabilidad del río Paraná y la actividad comercial.
 
El caudal vertido promedio fue de 474 metros cúbicos por segundo.
 
La represa hidroeléctrica de Itaipú, situada en el territorio brasileño, abrirá hoy su vertedero para elevar el nivel del río Paraná y ayudar a Paraguay y Argentina, que sufren sequías severas, a drenar la cosecha de granos, informó la compañía.
 
A partir de esta mañana, la represa de Itaipú abrirá las compuertas en una operación de ayuda a la Argentina y al Paraguay, que sufren una severa sequía y necesitan drenar la cosecha de granos del país.
 
Zona denominada Tres Fronteras
 
La medida fue tomada a raíz del consenso de las cancillerías brasileña, argentina y paraguaya, aprobada por el Consejo Administrativo. Río abajo de la represa Itaipú el cauce está prácticamente seco lo que causa problemas de navegabilidad a los países vecinos.
 
De esa manera se espera que el vertido inicial dure 12 días. No habrá pérdidas de producción, ya que la demanda solicitada a Itaipú sigue siendo baja.
 
El Centro de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay (Cafym) había afirmado que las embarcaciones trabajaron con un 40 por ciento menos de sus respectivas capacidades de transporte de cargas. Esto obedece al escaso nivel de las aguas de la hidrovía Paraguay-Paraná registrado en los primeros cuatro meses de este año. Antes de la apertura del vertedero, la planta binacional aumentó gradualmente su generación para servir a los argentinos: a mediados de abril, los países cerraron un acuerdo para aumentar 1.400 metros por segundo en el flujo del río Paraná, aguas abajo de la planta.
 
"Durante más de un mes, los gobiernos brasileño, paraguayo y argentino han estado negociando una mayor producción en la planta de Itaipú, que se ha reducido debido a la desaceleración económica", dijo la planta hidroeléctrica. Sin embargo, la medida no fue suficiente para mejorar el nivel del río Paraná en la región de Rosario, el principal puerto agroexportador de Argentina, que una vez más presionó por un mayor aumento del flujo.
 
Hasta entonces, sin embargo, "el embalse hidroeléctrico no tenía un nivel normal, 219 metros sobre el nivel del mar", según Itaipú, lo que dificultaba las acciones. Ahora, el embalse se ha recuperado, llegando a 219,27 metros la semana pasada.
 
Este miércoles, según la Prefectura Naval Argentina, el nivel del río Paraná en la región del puerto de Rosario fue de 0,44 metros, en comparación con un promedio de 3,68 metros para el mes de mayo.
 
El bajo nivel del río ha significado que las empresas agroexportadoras que operan en Argentina, como Bunge y Cargill, carguen buques tipo Panamax, que generalmente transportan entre 50 mil y 55 mil toneladas, con alrededor de 10 mil toneladas menos.
 
 
 
Fuente: La CApital - Rosario / Data Chaco.com
 
Detalles sobre la Represa Hidráulica Itaipú
 
ITAIPU produce electricidad a partir de la energía hidráulica, es decir, del aprovechamiento de la energía potencial gravitacional del agua contenida en una represa elevada. Esta energía está presente en la naturaleza y puede ser aprovechada en desniveles acentuados o cascadas.
 
Antes de transformarse en electricidad, la energía debe convertirse en energía cinética. El dispositivo que realiza esta transformación es la turbina. La misma consiste básicamente en una rueda provista de palas que rota al recibir la masa de agua. El último elemento de esta cadena de transformaciones es el generador, que convierte el movimiento de rotación de la turbina en energía eléctrica.
 
La implantación de una central hidroeléctrica en un río contempla la construcción de una barrera para represarlo, formando un lago artificial que puede tener dos funciones: acumular agua para cuando haya disminución de caudal en el río y proporcionar un desnivel para la caída del agua (aumento de la energía potencial).
 
En ITAIPU, la barrera sirve, principalmente, para producir el desnivel necesario para el accionamiento de las turbinas, ya que su reservorio tiene un pequeño volumen en comparación al caudal del río (la central es a filo de agua).
 
Sin embargo, la barrera no interrumpe completamente el flujo de agua. Una parte pasa por las tomas de agua, que son la estructura para su captación y conducción a través de tuberías de presión hasta las turbinas. El resto del agua es devuelto al lecho del río por medio del vertedero, un sistema de compuertas utilizado para drenar todo el caudal que no se utiliza para la generación de energía.
 
En la casa de fuerza están instalados los equipos para la generación de electricidad, incluyendo las tomas de agua, tuberías de presión, el generador, las salas de Control Central (CCR), de Despacho de Carga y de control local.
 
Hidroeléctrica Itaipú, desde la altura. Se observa el vertedero.
 
La rotación de la turbina, movida por el flujo del agua, hace girar al rotor del generador, cuyo campo magnético, al desplazarse, produce la energía eléctrica.
 
En términos absolutos, los cinco mayores productores de energía hidroeléctrica en el mundo son China, Brasil, Canadá, Estados Unidos y Rusia. En el 2012 estos países fueron responsables por casi el 56,8% de toda la producción mundial de energía hidroeléctrica (IEA – Agencia Internacional de Energía).
 
 
 
La contribución de la energía hidráulica en la matriz de energía eléctrica de Brasil, de acuerdo con el Balance Energético Nacional del 2015, es aproximadamente del 63%. A pesar de la tendencia de aumento de otras fuentes debido a las restricciones socioeconómicas y ambientales de proyectos hidroeléctricos y a los avances tecnológicos en el aprovechamiento de fuentes no convencionales, todo indica que la energía hidráulica continuará siendo, por muchos años, la principal fuente generadora de energía eléctrica de Brasil.